¿Sabías que el sexo o mejor dicho, el goce erótico es un derecho inalienable de todos los hombres y las mujeres de este planeta? Pues así es, el placer sexual está considerado como un derecho del género humano y por ello tú que me estás leyendo ahora no eres la excepción.
Gozar de las relaciones sexuales es algo que viene inscrito en nuestra genética, ya que nuestro cerebro se ha encargado de mandar una serie de deliciosas sensaciones a todo nuestro cuerpo en la medida en que se reciben ciertos estímulos y estamos tan bien equipadas, especialmente las mujeres, que hay órganos específicos de nuestra anatomía que tienen como único fin el de proporcionar placer. Tal es el caso del clítoris que posee 8000 fibras nerviosas solamente para tu satisfacción! Qué maravilla, ¿verdad?.
Pero, siempre hay un pero, y es que la respuesta sexual humana no solo es un asunto de orden físiológico, ya que en esta intervienen otra serie de factores que muchas veces lo obstaculizan o definitivamente lo alteran al punto que hay quienes, aún con el equipo físico íntegro, no pueden vivir el placer de la experiencia erótica. Y me refiero a cuestiones emocionales, sociales, culturales, entre otras cosas que están presentes en nuestra mente a la hora en que deseamos, nos excitamos o nos lanzamos a una experiencia sexual.
En nuestra cultura hay muchos tabúes y prejuicios respecto al sexo sobre todo para las mujeres y muchos de ellos tienen relación con la apariencia física. Se ha difundido principalmente gracias a la publicidad, la idea del cuerpo perfecto como la única vía de “merecer” el placer. Este “cuerpo perfecto” es por supuesto delgado, muy delgado, sin flacidez, celulitis, estrías, llantitas ni nada que pueda interferir en esta imagen creada para vender productos, estilos de vida, marcas y que no tienen que ver con el cuerpo de la mayoría de las mujeres reales en todo el planeta.
Esto ha influido de manera muy importante en la búsqueda desesperada de muchas que quieren ser como éstas top models, con la creencia de que esto les dará felicidad y el acceso al amor y al placer. Y también la negativa de otras tantas a vivir la vida confiada y segura por no tener la talla “correcta”.
En la sexualidad gracias a la influencia de algunos medios de comunicación y estereotipos culturales, se nos ha vendido la idea de que el deseo y el disfrute erótico es para las “bellas”, jóvenes y delgadas y con características poco reales ya que desde esta perspectiva lo único sexy y atractivo está muy lejos de las que rebasan la talla 3.
El estereotipo social es muy poco democrático y ha excluido a las mujeres de formas grandes y redondas, así que difícilmente verás en la televisión o en las revistas de moda a las talla 13 divirtiéndose y gozando de lo lindo con las tentaciones de Eros.
Pero es un hecho que todas tienen las mismas capacidades amatorias y orgásmicas y que la belleza es un concepto mucho más amplio que los centímetros alrededor de tu cintura.
Aquí entonces lo más importante es que tú estés consciente de esto y que empieces a sentirte cómoda con tu cuerpo, ya que es el vehículo de contacto con tu pareja y el espacio en dónde encontrarás las sensaciones de placer que te mereces.
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